Friday, October 14, 2011

Protección auditiva para músicos de orquesta

           
            Sin posibilidad de vuelta atrás, el 18-02-2008 entró en vigencia en toda Europa una norma de medicina laboral preventiva: la de protección acústica de los trabajadores que están expuestos a ruidos en su lugar de trabajo. La norma establece valores límites para la exposición a ruidos: el “umbral inferior” de 80dB, el “umbral superior” de 85dB y el “pico” de 135/137dB. El “umbral al dolor” se estima en 120dB. Las definiciones incluyen el factor de tiempo de exposición, expresado en las respectivas fórmulas físicas-matemáticas, con diferentes coeficientes para calcular valores promedio de exposición diaria o semanal. Son factores nocivos tanto el volumen sonoro como los tiempos relativos de exposición. Los factores nocivos son asimilados por el órgano auditivo de manera acumulativa. En su mayoría son irreversibles, (excepción: el Temporary Threshold Shift „TTS“ - un entumecimiento temporario del oído después de haberse expuesto un tiempo determinado a ruidos excesivos, a partir de 75dB; este cuadro desaparece normalmente luego de un determinado lapso de descanso en silencio [10-16h]).
            En el “umbral inferior” de 80dB empieza el alerta. Excediendo habitualmente los 85dB, el trabajador sufrirá a lo largo de los años probablemente daños auditivos. Lo mismo vale para exposiciones a 140dB durante fracciones de segundos. La resistencia física varía un poco según la constitución de la persona.
            Las típicas enfermedades laborales que surgen con la sobreexposición habitual a ruidos son: sordera parcial (pérdida de percepción en volumen, deformación de percepción por sordera en ciertos rangos de frecuencias, fatiga rápida, dificultad de “filtrar” una voz entre varias, dificultad en distinguir la dirección de procedencia de sonidos), tinnitus (zumbidos permanentes en el oído), hiperacusia (extrema sensibilidad a sonidos) y diplacusia (diferencias de percepción entre ambos oídos). Cualquiera de estos cuadros representa una amenaza existencial a cualquier músico, ya que los síntomas pueden resultar inhabilitantes para el ejercicio de la profesión. Durante el desarrollo clínico de disminuciones auditivas – un proceso paulatino a lo largo de años y décadas - aumenta proporcionalmente el estrés típico del oficio, ya que el oído es el primer instrumento de control para el músico. El aumento de estrés es a su vez un detonante para todas las demás enfermedades profesionales de músicos.
            Las mediciones acústicas realizadas en el ámbito laboral de orquestas sinfónicas arrojan valores promedios de entre 85 y 95dB de exposición semanal/anual, con picos – p.ej. para los músicos sentados delante de trompetas, trombones o instrumentos de percusión – de hasta 130dB. Estos valores exceden claramente todos los límites establecidos. El problema es que las medidas aplicables para trabajadores en fábricas o en pistas de despegue de aeropuertos (tapones de oído o protectores personales adecuados) no son aplicables en orquestas, donde el “ruido” (la música) es justamente el producto que se entrega al público y donde el trabajador tiene que ser todo oído para poder cumplir con su tarea.
          Las publicaciones sobre el tema mencionan tendencias culturales agravantes:
          Los auditorios a “llenar” con música son cada vez más grandes. En concursos para cargos de orquesta, resultan favorecidos los instrumentistas que pueden tocar realmente fuerte; especialmente instrumentistas de vientos se ven prácticamente obligados a usar instrumentos de fabricación moderna, más potentes que sus predecesores de hace 40 - 50 años. La audiencia, acostumbrada hasta el abuso a las facilidades de la tecnología HiFi (y quizás a su vez algo ensordecida), espera volúmenes sonoras impactantes también en vivo; por el otro lado, directores de orquesta no resisten fácilmente la tentación de impresionar al público con efectos de grandes explosiones sonoras. Cada síntoma de entumecimiento o sordera en músicos de orquesta genera consecuencias negativas: cuando un colega algo reducido en percepción auditiva empieza a tocar cada vez más fuerte porque ya no se escucha bien a sí mismo, su compañero de atril también va a tocar más fuerte para no perder el control sobre su propio aporte sonoro – un círculo vicioso.
            El gremio, al amparo de la nueva legislación, contraataca:
            Un incidente relativamente divertido que incluso tuvo repercusión en la prensa fue el de sacar – por reclamo gremial – una obra contemporánea de la programación sinfónica porque era demasiado fuerte.
            Una consecuencia más grave sería la avalancha de juicios por daños y perjuicios, cuando los trabajadores presenten un diagnóstico de disminución auditiva como consecuencia de circunstancias acústicas desfavorables en su ámbito laboral.

            Las consideraciones sobre la problemática son tema vigente para todas las entidades comprometidas con el género: empleadores, sindicatos, obras sociales, aseguradoras de riesgos de trabajo, la medicina laboral, algunos centros de investigación y la prensa especializada. Las investigaciones y los debates culminaron por lo pronto en un canon de estrategias y medidas (la así llamada “Guía - Safe and Sound”) que buscan la mejor solución para cada ámbito laboral musical, siempre dentro de sus condiciones específicas. Las múltiples medidas son de naturaleza arquitectónica, organizativa, práctica, tecnológica y médica. Hay coincidencia en el reconocimiento de que tan sólo la combinación de esfuerzos en todos estos rubros puede dar resultados que se acerquen a las metas establecidas. Para el ámbito de orquestas sinfónicas se recomienda:
            Adaptación arquitectónica de ambientes:
            Salas de ensayo: dimensiones generosas, revestimiento de superficies acústicamente absorbentes, garantizar distancias prudentes entre fuentes de volumen alto y músicos (sobre todo delante de instrumentos de percusión y vientos de metal), diseño funcional de gradas, utilización de mamparas especiales de protección (el concepto de “desvío del sonido”).
            Sala de concierto: dimensiones generosas de escenario, garantizar distancias prudentes entre fuentes de volumen alto y músicos (sobre todo delante de instrumentos de percusión y vientos de metal), diseño funcional de gradas, utilización de mamparas especiales de protección (el concepto de “desvío del sonido”).
            Zonas de descanso: acústicamente aislados (silenciosos), revestimiento absorbente etc.
            Medidas organizativas:
• Programación que alterne obras de mayor y de menor calibre sonoro.
• Organización de planes de servicio individual que intercale la participación en producciones más y menos “ruidosas”.
• Ensayos parciales habituales.
• Ensayos preferentemente en la sala de concierto en vez de la sala de ensayo.
• Rotación en las filas.
• Organización de planes de servicio con suficiente descanso individual.
• Instruir a los músicos en el uso de protectores de alta tecnología.
            Medidas prácticas:
            Para directores de orquesta:
• Cultivar conceptos artísticos de sonido que compensen excesos de volumen con calidad y expresividad de sonido.
• Ensayar sin picos de dinámica, reservando la plena expansión fortíssimo para el ensayo general y el concierto.
            Para los músicos:
• Identificarse con el concepto artístico de cultivar la calidad de sonido antes de forzar volumen.
• Cuidar al colega, sobre todo en ensayos.
• El concertino puede pedir al director en situaciones concretas un cuidado especial de volumen.
• Aprovechar el tiempo libre para el descanso del oído.
• Procurar condiciones acústicas favorables en ámbitos particulares (preparación personal/ estudios, música de cámara, enseñanza).
• Practicar a veces con sordina.
• Experimentar con protectores individuales.
• Poner advertencias de ruido en la partitura de cada atril afectado y usar protectores individuales al menos en tramos.
• Hacer controles audiométricos en los intervalos recomendados.
· No limpiar excesivamente el cerumen (la cera de oídos) cuyo efecto lubricante aporta a la protección auditiva.
            Para armadores/ técnicos de escenario:
• Armado de filas con el criterio de integración de familias de instrumento.
• Instrumentos de alta emisión de volumen preferentemente en una sola fila.
• Aprovechar las dimensiones arquitectónicas para aumentar al máximo las distancias entre instrumentistas y fuentes de alto volumen sonoro (percusión, metales, flautín...).
• En repertorio sinfónico-coral, ubicación del coro en tarimas altas (pullman).
            Medios tecnológicos:
            Protección individual:
            Se experimenta con tapones individuales que son artefactos otoplásticos a introducirse profundamente en el conducto auditivo, con una perforación capilar y filtros de diferentes grados de disminución acústica. Los más desarrollados disminuyen el sonido de manera lineal en un amplio margen de frecuencias (reducción de volumen sin distorsión del “color” sonoro). No tienen mucha aceptación entre músicos. El inevitable efecto de mayor incidencia de la resonancia en las estructuras óseas del cráneo del usuario dificulta su juicio sobre el propio aporte sonoro. Además resulta un estorbo al momento de atender a las indicaciones verbales del director en ensayos.
               También hay mamparas protectoras individuales que pueden ser montadas sobre cada silla. Se ve como cascos ampliados o pantallas curvadas revestidas de un material acústicamente absorbente detrás de la cabeza del músico.
            Mamparas protectoras entre grupos de instrumentistas:
            Una investigación del Instituto Federal de Tecnología Física en Braunschweig/ Alemania concluyó en la recomendación de mamparas especiales, a colocarse sobre todo delante de filas “ruidosas” (metales y percusión); sus características principales: la fila “activa” sentada aproximadamente 1m más alto que la fila “protegida”, grandes superficies del artefacto acopladas sin rendijas, ambas caras con un acolchado absorbente de un espesor de aprox. 5cm en una franja inferior, la franja superior de acrílico transparente microperforado doblada hacia adelante, pasando al menos unos 50cm por encima de las cabezas de los músicos sentados en la fila delantera. Esa instalación tiene un efecto protector notable para la fila delantera, sin alterar demasiado el resultado sonoro a distancia. Soluciones arquitectónicas estéticamente aceptables serán difíciles pero no imposibles de lograr.
            Mamparas de puro acrílico en cambio generan un rebote intolerable sobre el músico emisor.
            Cualquier pantalla de una plaza, plana o doblada, tiene efectos mínimos para el oído de la persona protegida; además, puede generarse por el desvío de ondas un efecto acumulativo de volumen en zonas adyacentes a estas pantallas individuales, afectando a otro instrumentista.
            Amplificación electroacústica en la sala:
            Esta tecnología se usa p.ej. en la Filarmonía de Berlín. Teóricamente es posible tocar con una gama moderada de volumen. El sonido tomado por micrófonos puede ser alterado, mezclado, procesado mediante computación y emitido de manera balanceada a todos los rincones de la sala, en tiempo prácticamente real. Se habla también de la “acústica virtual”. Obviamente permite también un monitoreo perfectamente balanceado sobre el mismo escenario. En la música popular ya se usa este procesamiento para devolver el sonido balanceado a los músicos en acción vía auriculares inalámbricos que protegen a la vez de los volúmenes típicos de espectáculos en canchas de futbol. Desde ya que estos artificios son cuestionables desde el punto de vista artístico. Con el hardware de última generación y el software altamente sofisticado – sonidistas profesionales de por medio - se puede fingir la acústica de la Carnegie Hall en una sala de acústica absolutamente seca.
            Medidas de la medicina laboral:
• Controles médicos y audiométricos periódicos.
• Mantenimiento periódico de los protectores individuales utilizados.
• Diagnóstico y tratamiento precoz de alteraciones de la salud del oído.
• Compromiso con la temática de las obras sociales y aseguradoras de riesgos de trabajo.

            Todos los recursos son aplicables, mediando buena voluntad de los actores involucrados.

Julian Ehrhorn (primer violín tutti Orquesta Sinfónica Nacional de Argentina)

protección auditiva para músicos de orquesta
Fuentes:
(en lengua alemana):
http://www.baua.de/de/Themen-von-A-Z/Laerm-und-Akustik/Orchestermusiker.html (publicación del Instituto Federal de Medicina Laboral y Seguridad Laboral de Alemania)
http://www.baua.de/cae/servlet/contentblob/668722/publicationFile/61102/Gd10.pdf (la “Guía – Safe and Sound”, publicada por la fuente anterior, en alemán)
http://www.ptb.de/de/org/1/16/163/_schallschutz.htm (publicación del Instituto Federal de Tecnología Física de Braunschweig/ Alemania)
http://www.google.com.ar/url?sa=t&source=web&cd=1&sqi=2&ved=0CBkQFjAA&url=http%3A%2F%2Fwww.aerztekammer-bw.de%2F25%2F10praxis%2F85arbeitsmedizin%2F1008.pdf&ei=-uSWTqTzG6nv0gHY772iBA&usg=AFQjCNGzVrnU7nmDXaaU5SV_mhZthjMnZA (publicación de la Cámara de Medicos de Baden-Württemberg/ Alemania)
http://www.buehnenverein.de/de/presse/pressemeldungen.html?id=201&art=position&st (publicación de la Asociación de Empleadores en Teatros en Alemania)
http://www.dasorchester.de/cms/resources/1183030735b0f7b9bdd85b127ce7a16f725216a0ba/Leseprobe_Orch_7-8_07.pdf (publicación en la revista del Sindicato Alemán de Músicos de Orquesta)
http://www.nzz.ch/2002/02/08/ku/article7x87t_1.366670.html (“Nuevo Diario de Zürich”/ Suiza)
http://esv-sva.sozvers.at/mediaDB/MMDB119464_R29.pdf (publicación de la obra social SVA de Austria)
http://www.unfallkasse-nrw.de/fileadmin/server/news/pdf/Fachaufsatz_Massnahmen_zur_Verringerung_der%20_Laermexposition_im_Orchester.pdf (publicación de una ART, la Aseguradora de Accidentes de Nordrhein-Westfalen/ Alemania)

(versión de la nota "Protección auditiva para músicos de orquesta" en alemán)

(en castellano)
The New York Times, una selección semanal ofrecida por Clarín, 26-04-2008